En el marco de los negocios, la digitalización se ha convertido en una necesidad imperante. Las empresas que no se han adaptado a la era digital están perdiendo terreno ante sus competidores más innovadores. Pero la digitalización no es suficiente para asegurar el éxito a largo plazo. 

La digitalización es el proceso individual de convertir información de formato analógico en formato digital. Aunque este cambio tiene un impacto en la manera en la que se maneja un negocio, no tiene un impacto en el ámbito macro de éste. Por ejemplo, escanear un documento en papel para guardarlo como un archivo PDF es una muestra de digitalización. 

La transformación digital va más allá de eso, afecta la empresa en conjunto a una amplia escala. Esto significa usar la tecnología para transformar modelos de negocio y procesos para mejorar la eficiencia, la productividad y la calidad. La transformación digital no se trata solo de la adopción de tecnologías digitales, sino también de la reinvención de la forma en que se hacen las cosas, desde la gestión de recursos humanos hasta la creación de productos y servicios.

Esta última implica aprovechar las oportunidades que la tecnología ofrece para innovar y mejorar de forma constante, automatizando procesos, datos y análisis para tomar decisiones informadas. Así, herramientas como la certificación digital, la firma digital entran en juego, pues permite que las empresas puedan asegurarse de que sus procesos sean más eficientes y seguras, permitiendo la realización de transacciones electrónicas confiables. Esto puede marcar la diferencia en un mundo empresarial cada vez más competitivo, implicando un cambio cultural y tecnológico a nivel empresarial.

Te detallamos algunas diferencias: