En el mundo digital, tenemos la oportunidad de compartir todo tipo de información de forma instantánea a otros usuarios mientras interactuamos; sin embargo, es necesaria una regulación para garantizar que la identidad e información privada estén protegidas. De esta manera, existen mecanismos criptográficos que permiten mantener los datos cifrados, en otras palabras, protegidos para evitar el fraude y suplantación de identidad.

Como parte de este mundo criptográfico, se encuentra dentro la tecnología de la Firma Digital, la cual es un mecanismo que permite a una persona firmar un documento electrónico de forma segura e inalterable. Además, reemplaza a la firma manuscrita y tiene el mismo valor legal según la Ley N°27269.

Gracias a la regulación de la firma digital, se garantiza el no repudio, el cual significa que ninguna persona podrá afirmar que esta firma no tiene validez legal. Así, diferentes sectores del Estado manifestaron su confianza a la firma digital, como en la postulación a concursos públicos, en distintas plataformas digitales implementadas, en declaraciones juradas, en exportaciones, etc.

En conjunto, la firma digital ha aportado en el crecimiento económico del país durante la crisis sanitaria y el distanciamiento social, así como en la lucha contra el cibercrimen, los cuales se incrementaron este último año, en especial en Latinoamérica.

Te animamos a utilizar la firma digital como derecho del ciudadano a proteger su identidad digital con respaldo de la Ley N°27269 de Firmas y Certificados Digitales.